Para leer en calma. Como en una tarde de estío, mientras se acerca sosegado el ocaso.

Siempre que no tengas algo mejor que hacer, claro....

jueves, 20 de junio de 2019

Prefacio. Donde leemos a los clásicos



«Escucha, entonces, Sócrates, un relato muy extraño, pero absolutamente verdadero, tal como en una ocasión lo relataba Solón, el más sabio de los Siete Sabios

Contaba Solón que grandes y admirables hazañas antiguas de los griegos habían desaparecido a causa del tiempo transcurrido y la destrucción de su memoria, y, de todas, una, la más extraordinaria...


Así, cuando viajó a Egipto, al consultar sobre las antigüedades a los sacerdotes que más conocían del tema, descubrió con asombro que ni él mismo ni ningún otro griego sabía práctica­mente nada acerca de su pasado...

En ese instante, un anciano sacerdote se acercó a él y exclamó: “¡Ay!, Solón, Solón, ¡los griegos seréis siempre niños!, ¡no existe el griego adulto! Al escuchar esto, Solón le preguntó: ¿Por qué lo dices? Todos, replicó aquél, tenéis almas de niño, sin historia contada por vuestros mayores y por eso sin conocimientos de vuestro paso por el mundo...

... Siempre que vosotros, o los demás, os acabáis de proveer de escritura y de todo lo que necesita una ciudad, después del período habitual de años os vuelve a caer, como una enfermedad, un torrente celestial que deja sólo a los iletrados e incultos, de modo que nacéis de nuevo, como niños, desde el principio sin saber nada ni de vuestra tierra ni de lo que ha sucedido entre vosotros durante las épocas antiguas.

Niños, Solón, porque buscáis en otros y no sabéis ya que la gente mejor y más bella de entre los hombres nació en vuestra patria, de la que tú y toda la tierra vuestra descendéis ahora...

En efecto, antes de la gran destrucción por el agua, la que es ahora la tierra de los atenienses era la mejor en la guerra y la más absoluta­mente obediente de las leyes. Cuentan que tuvieron lugar las hazañas más hermosas y que se dio la mejor organización política de todas cuantas hemos recibido noticia bajo el cielo...”

Solón solía decir que al escucharlo se sorprendió y tuvo muchas ganas de conocer más, de modo que pidió que le contara todo lo que los sacerdotes conservaban de los antiguos griegos. 

El sacerdote replicó: “Sin ninguna reticencia, oh Solón, lo contaré por ti y por vuestra ciudad, pero sobre todo por la diosa a la que tocó en suerte vuestra patria y también la nuestra. Ahora, te haré un resumen de las vidas de los ciudadanos de aquellos años y de la hazaña más heroica que realizaron”.»


PLATÓN. DIÁLOGOS. TIMEO





2 comentarios:

  1. Felicidades por tu blog muy interesante

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    1. Muchas gracias. Me lo paso bien escribiendo sobre este asunto, que considero además necesario de sacar del olvido

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“Lo que hacemos para ser amados”. Leído en algún episodio del Sandman, de Neil Gaiman