Para leer en calma. Como en una tarde de estío, mientras se acerca sosegado el ocaso.

Siempre que no tengas algo mejor que hacer, claro....

lunes, 24 de junio de 2019

Los Caminos Reales en Norteamérica. Misiones, presidios y pueblos españoles en Estados Unidos



Llegamos ahora a la segunda referencia de lugares que podrían formar parte de este otro Viaje a Itaca que todo lector curioso por  indagar en la cultura hispana y su legado podría emprender.

En este caso además, el trayecto contempla múltiples caminos, historias  y lugares que ofrecer al viajero… “Los españoles tenían siempre el ansia de ir en todas direcciones, no se podían estar quietos…era el espíritu plus ultra”, asegura el ingeniero y exprofesor de la Universidad de California Luis Laorden, que resume las tres cosas que buscaron aquellos exploradores: “Oro, gloria y Dios”. Soldados, colonos, comerciantes y misioneros recorrieron unas rutas que, tras la independencia de México y la retirada española en 1821, sirvieron a la nueva nación estadounidense para la invasión de su vecino del sur y su expansión hacia el Oeste. Hoy, cinco de ellas se cuentan entre sus 19 Senderos Históricos Nacionales (National Historic Trails)

Durante muchos años el legado español se extendió a USA mediante los llamados Caminos Reales. Recientemente estos caminos han sido reconocidos como patrimonio de la Historia Norteamericana y ya forman parte del “National Park Service” de USA .

Cada tres años se organizaban las “Conductas”, largas  caravanas de carreteas tiradas por bueyes. Las caravanas iban escoltadas por los Dragones de Cuera y su objetivo era transportar las familias de colonos españoles junto con  frailes, plantas, semillas, cabezas de ganado, papel, tinta, etc. La red de Caminos  Reales, permitió unir ciudades, asentamientos,   fuertes  y misiones y posteriormente también  favoreció  el establecimiento de nuevas comunidades


Camino Real de Tierra Adentro


El más antiguo de los caminos reales españoles en América del Norte –denominado National Historic Trail en 2000- discurre, a lo largo de 2.560 kilómetros, entre Ciudad de México y Santa Fe (en el actual estado de Nuevo México). Su tramo norteamericano no se trazó hasta 1598, cuando el virrey autorizó a Juan de Oñate para liderar una expedición compuesta por 83 carretas y cientos de colonos que atravesó el Río Grande y el Paso del Norte hacia territorio inexplorado. “En las condiciones se decía que todos los que fuesen recibirían el título de hidalgos”, cuenta Laorden, quien relata la dureza de una ruta que enseguida ofrecía el primer peligro: la Jornada del muerto, un árido tramo de 100 kilómetros en el que muchos perecieron de sed. “El primer pueblo que hay después se llama hoy Socorro”, apunta el investigador, autor del artículo Los caminos españoles en el oeste americano que son «National Historic Trails»(2012).

Otras localidades de nombre español -Escondida, Magdalena, San Acacia, Alamillo, Contreras, Las Nutrias- dibujan un trayecto sobre el que pendía otra gran amenaza: los indios. “El peligro apache hacía que nadie se atreviese a recorrer este camino en solitario”.

La ciudad de Santa Fe, fundada por Oñate al término de la expedición, se convirtió en destino soñado y nudo de casi todos los caminos españoles posteriores. “Fue el polo de atracción de las personas inquietas de los territorios contiguos. La Plaza Mayor de Santa Fe, delante del Palacio del Gobernador, era el sitio deseado de todos los viajeros, el kilómetro cero para nuestros días. Se podría decir que Santa Fe era en el Oeste lo que París era en Europa”.


 Información oficial para el viajero en: https://www.nps.gov/elca/index.htm


Camino Real de los Tejas
  

El Camino Real de los Tejas se extiende 4.150 kilómetros de longitud desde la Ciudad de México a través de Texas y termina en Natchitoches, Louisiana

El explorador Alonso de León abrió este camino –declarado National Historic Trail en 2004-, “En varias expediciones a partir de 1686, tras la orden del virrey de investigar una supuesta presencia francesa en la costa de la actual Texas”, explica Laorden. De León no encontró más que las ruinas de un fuerte abandonado que había construido el explorador galo René Robert Cavelier de La Salle. Sus viajes sirvieron, sin embargo, para trazar un camino de que dio pie a la fundación de San Antonio –hoy la séptima ciudad más poblada de EE UU-, levantada en 1718 alrededor de la misión franciscana de San Antonio de Valero.

Durante el transcurso del siglo XVIII, la ruta entre el Río Grande y San Antonio se desplazó gradualmente hacia el sudeste, probablemente como resultado de la amenaza apache y comanche a los viajeros españoles.

Los españoles y los franceses que marcaron el camino fueron seguidos por hombres como Moses Austin y su hijo Stephen Fuller Austin -El padre de Texas-, Jim Bowie, Davy Crockett, Sam Houston y los primeros misioneros de múltiples religiones. Una gran cantidad de ciudades históricas esperan al viajero moderno en esta ruta.

Información oficial para el viajero en: https://www.nps.gov/elte/index.htm

Camino de Anza


Entre 1774 y 1776, Juan Bautista de Anza, realizó dos expediciones al norte que marcarían el futuro de California: “La primera a caballo, para abrir el camino. En la segunda llevó a 240 colonos que llegaron a la región y se instalaron allí”, cuenta Laorden, que asegura que el origen del viaje fue la necesidad de enviar suministros por tierra, ante las corrientes y vientos que dificultaban la ruta marítima, a las misiones españolas fundadas por Gaspar de Portolá y Fray Junípero Serra.

Los españoles habían alcanzado el puerto natural de San Francisco en 1769, hasta donde habían llegado por mar. Sin embargo, fue De Anza el que abrió una ruta terrestre segura y relativamente rápida para unir México con California. Y la abrió hasta San Francisco. Aunque no se quedó allí mucho tiempo. Poco después inició el camino de regreso a la capital de Nueva España, donde el Virrey le nombró Gobernador de Nuevo México.

El final del trayecto de 2.000 kilómetros, designado National Historic Trail en 1990, es la actual ciudad de San Francisco, cuyo origen está en un fuerte y una misión del mismo nombre fundados en 1776.


El Juan Bautista de Anza National Historic Trail es un sendero que pasa por Arizona y California y recorre 19 condados. Incluso hay una guía específica online que permite planificar el viaje para emular al explorador y militar español.

Información oficial para el viajero en: https://www.nps.gov/juba/espanol/index.htm

Camino de Santa Fe



Una ruta de 1.937 kilómetros discurre entre Santa Fe y San Luis (en el actual estado de Misuri) por la meseta de las Grandes Llanuras, durante siglos tierra de nadie entre el Imperio español y distintas potencias: Francia, Inglaterra y, por último, Estados Unidos. Designado National Historic Trail en 1987, el Camino de Santa Fe se remonta al viaje que en 1792 realizó el explorador Pedro Vial, un habitante de la Luisiana francesa que decidió pasarse a territorio español para servir a la Corona.

EE UU siguió después este camino y otros mencionados durante la invasión de México, entre 1846 y 1848. “Aunque España las utilizó solo hasta el fin del Imperio, siglos después estas rutas seguían siendo muy útiles. Fueron, por decirlo de alguna manera, el primer paso en infraestructuras, las primeras autopistas seguras que hubo en el territorio”, explica el catedrático de Estudios Norteamericanos José Antonio Gurpegui.

Información oficial para el viajero en: https://www.nps.gov/safe/index.htm

Viejo Camino Español


La historia de este sendero, que abarca 4.345 kilómetros entre las ciudades de Santa Fe y Los Ángeles, es a la vez española y mexicana. Comenzaron a trazarlo los recorridos parciales de frailes como Domínguez y Escalante y de comerciantes como Mauricio Arze, Lagos García y otros que no dejaron documentos escritos, dado el carácter ilegal de su actividad: el negocio clandestino de pieles y esclavos. No fue hasta 1829, cuando el Oeste americano ya no era español sino mexicano, que alguien lo recorrió de ida y vuelta. “Antonio Armijo fue el primero que lo hizo completo, aunque quizá tengan más mérito quienes lo hicieron poco a poco”, opina Laorden, que describe a un mexicano que salió de Santa Fe con 60 hombres y 100 mulas cargadas de mercaderías y se plantó en la misión de San Gabriel, en Los Ángeles, en 86 días.

Por el camino, Armijo descubrió el valle de Las Vegas, donde hoy se levanta la excéntrica ciudad, e hizo el negocio de su vida, convirtiéndose, quizá, en el primer gran emprendedor de California: “Cambió las mantas y textiles que llevaba de Nuevo México por varios miles de caballos, que en California sobraban y eran baratos, y con ellos regresó a Santa Fe, ganando abundante dinero en la operación”.


Información oficial para el viajero en: https://www.nps.gov/olsp/index.htm

EL VIEJO CAMINO ESPAÑOL DE LOS DOS OCÉANOS


El Old Spanish Trail es una ruta que une los territorios estadounidenses que pertenecieron al Virreinato de Nueva España, de San Agustín (Florida) a San Diego (California), recorriendo alrededor de 4000 kilómetros y atravesando 8 estados.

Partiendo de la primera ciudad europea fundada en Estados Unidos, San Agustin, en Florida, por el asturiano Pedro Ménendez de Avilés, el recorrido, que termina en San Diego, descubierto por Gaspar de Portolá en 1789. Cruza Estados Unidos de costa a costa por carreteras secundarias y pistas sin asfaltar que persigue mostrar el país desde una perspectiva hispánica, buscando los muchos restos, recuerdos y reconocimientos que hay a nuestros grandes exploradores.

Según cuenta LaOrden, “historiadores texanos han usado para este Camino prolongado hasta Florida el nombre de «Viejo Camino Español», que es un nombre que también se ha utilizado para el camino entre Santa Fe en Nuevo México y Los Ángeles en California, según se ha comentado en párrafos anteriores. A este Autor le gusta más llamar «Camino Español de los dos Océanos» a ese camino prolongado que iba desde San Agustín en Florida a San Diego en Alta California pasando por Pensacola, Mobile, Nueva Orleans, la actual Houston, San Antonio, El Paso, Tucson y Yuma es decir de uno a otro lado de América del Norte, desde el Atlántico hasta el Pacífico”. En su conjunto, éste es el Camino español más largo en Estados Unidos.

Asentamientos


Tres fueron las instituciones fundamentales de la política de asentamiento hispana en América del Norte: el presidio o fort como avanzadilla para la defensa y el avance de la Frontera; la misión para el adoctrinamiento e integración del indígena; y el cabildo de villas y ciudades como sede del poder de los vecinos. La simbiosis entre estas tres instituciones marcó la acción hispana. Las singularidades de América del Norte -dispersas poblaciones indígenas, carencia de recursos minerales, incluso escasez de agua-, dieron un especial protagonismo a los misioneros. Las misiones eran lugares de descanso y refugio para el caminante, escuelas de cristianización y educación del indio. También fueron objeto frecuente de las rebeliones indígenas. Los anales de las misiones están salpicados con sangre de misioneros. Con frecuencia, morían los indios acogidos a la misión y los soldados destinados a su protección. Muchas misiones fueron semillas de poblamiento al convertirse en villas o pueblos.


Puntos de presidios o misiones actualmente en EEUU
Línea de Presidios de costa a costa entre 1770-80

Misiones españolas en EEUU (1)
Misiones españolas en EEUU (2)

Misiones españolas en EEUU (3)
Nuevo México: Misión de San Esteban del Rey, Ácoma, 1641
                        Texas: Misión de San Juan Capistrano, 1731

Texas: Misión de San Antonio de Valero (The Alamo), 1744

Sonora [Arizona]: Misión de San Francisco Javier del Bac, Tucson, 1783



Fuentes principales:

https://www.nps.gov/subjects/travelspanishmissions/misiones-espanolas-en-los-estados-unidos.htm
https://laamericaespanyola.wordpress.com/2017/06/19/dragones-de-cuera/





4 comentarios:

  1. Le felicito. Muy interesante. Qué diferente es la realidad del imperio español frente a las milongas que nos han contado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Efectivamente, y creo que no debemos permitir mas tiempo ese otro relato impostado y impuesto. No se trata de volver la leyenda Rosa, sino de difundir la excepcional historia que tenemos. Entre todos lo conseguiremos...

      Eliminar
  2. Esto es lo que les falta a cientos de miles de españoles que se avergüenzan de nuestra historia por lo que le han contado los enemigos de España, no por lo que hayan leído ellos antes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo. Es uno de los motivos por los que inicié este blog. No nos rindamos. Difundir y difundir. Entre todos los conseguiremos. Queda todo el futuro...

      Eliminar

“Lo que hacemos para ser amados”. Leído en algún episodio del Sandman, de Neil Gaiman