Para leer en calma. Como en una tarde de estío, mientras se acerca sosegado el ocaso.

Siempre que no tengas algo mejor que hacer, claro....

lunes, 1 de julio de 2019

Los Estados Unidos Españoles


“Si no hubiera existido España hace cuatrocientos años, no existirían hoy los Estados Unidos...Porque creo que todo joven sajón-americano ama la justicia y admira el heroísmo tanto como yo, me he decidido a escribir este libro. La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente porque hemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo...
Amamos la valentía, y la exploración de las Américas por los españoles fue la más grande,
la más larga y la más maravillosa serie de proezas que registra la Historia…”
 Los exploradores españoles del siglo XVI: vindicación de la acción colonizadora española en América. 

En entradas  anteriores hemos analizado con interés historias, caminos y lugares específicos del largo periodo de presencia y dominio español en amplios territorios de lo que hoy es Estados Unidos. Como el asunto resulta especialmente relevante -y al parecer está bastante olvidado por los españoles de nuestros días-, realizaremos algunas entradas más que profundicen en lo que supuso esta extraordinaria aventura acometida por nuestros antepasados, en lo que supone actualmente para la cultura y la sociedad norteamericana, y también en lo que presumiblemente aportará la presencia hispana en este país en su devenir futuro. 

Entre los siglos XVI y XIX -esto es, durante más de 300 años- la corona española estuvo presente en todo el continente americano, y pese a lo prolongado de ese dominio, la presencia española en los actuales Estados Unidos y Canadá ha caído en un extraño -no por ello menos lamentable- olvido, especialmente entre los propios españoles, que desconocen la inmensa huella hispana de aquellas tierras. La conquista española de los territorios de los actuales EEUU, abarcó los territorios del Oeste hasta Alaska y todo el Sur-Este.


La herencia Española y su contribución a la Independencia americana ( 1512-1823). Curioso y raro mapa impreso en 1976, obra de Alejandro de Muns y dibujado por el Vicealmirante Cristóbal Colón, descendiente del descubridor. Se realizaron 100 copias numeradas, siendo este ejemplar el 94. Firmado por Alejandro de Muns y con dedicatoria manuscrita, fechada . Firmado por el Vicealmirante Cristóbal Colón.

Un mapa que lo cuenta todo

California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma, Luisiana,Florida, Alabama, Misisipi y Alaska por parte de los actuales Estados Unidos de América; así como la parte suroeste de Columbia Británica del actual Canadá estaban en manos de España dentro del Virreinato de Nueva España. En Alaska la ocupación se limitaría a algunas factorías comerciales que, posteriormente, serían abandonadas.


Wikimedia commons nos proporciona este extraordinario y completísimo mapa histórico-geográfico donde se puede observar con alto grado de detalle la historia, protagonistas y límites de lo que llegaron a ser las posesiones españolas en los territorios de los actuales Canadá, EEUU, México y Centroamérica-la parte americana del Virreinato de Nueva España-. Por su grado de precisión y detalle recomiendo altamente se analice detenidamente el enlace este mapa

Y es que en su momento de máxima expansión -finales del s. XVIII y comienzos del s. XIX-  los territorios españoles comprendían casi dos tercios del actual Estados Unidos. En siglos anteriores -el XVI y XVII- colonizadores españoles habían ascendido por la Costa Este, acercándose hasta a unos 500 km. de la actual ciudad de Washington, DC. La colonización española de EEUU dejó una impronta indeleble en muchos de sus territorios.


Los pioneros españoles que exploraron Norteamérica 

Están escritos en español los primeros informes que se conocen sobre la geografía, los aborígenes de Estados Unidos y sus respectivas lenguas. La primera partida de nacimiento registrada en el país fue la de un español. Manos españolas fundaron la primera ciudad: San Agustín en Florida, en 1565.



EI primer occidental que pisó el territorio de los Estados Unidos y permaneció en él fue Ponce de León, a partir del 2 de abril de 1513. El primer libro redactado dentro de los confines del país se debió al hermano Báez, jesuita de las misiones de Georgia en 1569, y España también llevó a Norteamérica la primera representación teatral.


En 1513 Juan Ponce de León había descubierto para Europa la península de Florida –en el día de la Pascua Florida- y con ello, el actual territorio de Estados Unidos. Viajó por todo el litoral atlántico de esta península. La colonización española de EEUU, echaba por tanto a andar.

En 1519 Alonso Álvarez de Pineda navegó la costa occidental de Florida y toda la costa sur del actual Estados Unidos, incluidas la de Tejas, a lo largo del golfo de México. Durante el s. XVI navegantes españoles subieron por la costa este, atravesando el litoral de Georgia hasta la actual Carolina del Sur. Los jesuitas establecieron cuatro misiones en el interior de Carolina del Norte (cerca del actual Greensboro), no lejos del límite con Virginia, a poco más de 500 kilómetros del actual Washington DC.

El Gran Cañón del Colorado lo descubrió en 1540 el español García López de Cárdenas y Figueroa, lugarteniente de la expedición de Vázquez de Coronado

San Francisco fue establecido por franciscanos predominantemente, españoles- al crear la misión San Francisco de Asís en 1776, año en el que las 13 colonias de la Costa Este declaraban su independencia de Gran Bretaña y desconocían todo lo que ocurriera más allá de los Grandes Lagos.

Álvar Núñez Cabeza de Vaca  fue uno de los cuatro supervivientes de la expedición de 600 hombres y cinco barcos que Pánfilo de Narváez lideró en 1527.  Aquella expedición, en la que Cabeza de Vaca fue alguacil mayor y tesorero, lo convirtió no sólo en náufrago, también en rehén de varias tribus indígenas.

Comenzó ahí el calvario de su extravío, sobreviviendo por junglas y manglares durante nueve años, caminando más de 8.000 kilómetros a pie por Florida, Texas, Nuevo México, Arizona y California. En 1536 los cuatro fueron hallados por españoles y llevados a Ciudad de México, donde todos se maravillaron de su hazaña.

Expedición de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, durante su primer viaje a América.
Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Expedition_Cabeza_de_Vaca_Karte.png

Trasladado a España, el emperador Carlos I lo nombró capitán general y gobernador del Río de la Plata y del Paraguay.​ Fue el primer europeo en llegar a las cataratas del Iguazú y que explorara el curso del río Paraguay. 

Hernando de Soto fue el primer europeo en vislumbrar en 1541 el río Misisipi, el cual cruzó continuando su recorrido hacia el oeste donde recorrió asimismo la actual Arkansas, Oklahoma, y Texas. Finalmente murió en el mismo Misisipi. Puesto que de Soto era considerado inmortal entre los nativos su cuerpo fue ocultado en mantas lastradas con arena por sus hombres, quienes después lo hundieron en medio de este río, donde reposan sus restos.


Cuadro de William H. Powell que recrea el encuentro de Hernando de Soto con una tribu india a orillas del Misisipi. 
El pintor, llevado por su imaginación, se tomó la libertad de incluir a un sarraceno en el lienzo.

En 1565 España estableció el primer asentamiento europeo permanente -sigue poblado hasta nuestros días- en el territorio de EE.UU. y Canadá, al norte de la actual Florida. La ciudad de SanAgustín se encuentra en la costa atlántica y fue fundada por Pedro Menéndez de Avilés.


Sin embargo, la primera y más organizada conquista del Oeste americano corrió a cargo del adelantado Juan de Oñate, considerado como el último de los grandes conquistadores y cuya extraordinaria aventura tuvo lugar ya finalizando el siglo XVI. Exploró y conquistó para España los inmensos territorios de Nuevo México, Arizona y Texas. 

El primer descubrimiento europeo registrado de la bahía de San Francisco fue el 4 de noviembre de 1769. Ocurrió cuando el explorador leridano Gaspar de Portolá, incapaz de encontrar el puerto de Monterrey (California), continuó hacia el norte hasta cerca de lo que es en la actualidad Pacífica. Escaso de agua y comida, Portolá con una expedición de 63 hombres y 200 caballos dejó la costa para viajar tierra adentro, alcanzando la cumbre de 370 m del Sweeney Ridge, desde donde vió la bahía de San Francisco.

Dos misioneros en Sonora y California

Dos geografías muy distintas fueron el escenario de dos hombres de Dios también muy diferentes, ambos comprometidos con una misma empresa, la misión: el padre Eusebio Francisco Kino (1644-1711) en el desierto de Sonora; y Fray Junípero Serra (1713-1784) en la costa de California. Un jesuita de origen alemán y un franciscano nacido en la española isla de Mallorca. 

Kino, conocido como el "Padre a caballo", recorrió incansablemente los caminos del noroeste de la Nueva España. Como un verdadero hombre de la frontera, Kino fue a un tiempo constructor de misiones, ranchero, ganadero y agricultor.

Junípero Serra fundó el sistema franciscano de misiones de California en su condición de padre superior. Fueron tantos miles las leguas que cubrió durante los años de labor en California que puede identificarse como el hombre que caminaba y caminaba….También se ocupó del desarrollo material de la población indígena con la introducción de la agricultura y la irrigación. Serra, uno de los Padres Fundadores de California, es el único español que tiene una estatua en el National Statuary Hall Collection en el Capitolio de los Estados Unidos, Washington, D.C.

El vital apoyo de España a la independencia de Estados Unidos

Ya en el siglo XVIII  conviene no olvidar la determinante ayuda que dio España para Guerra de Independencia, que dio lugar a la creación de los Estados Unidos de América. Esta ayuda se vio  reflejada principalmente en la actividad diplomática y bélica del gobernador español de Luisiana, D. Bernardo de Gálvez.



Nuestro compatriota conquistó para España –de manos británicas- la bahía de Pensacola y recuperó las dos Floridas, además de ser gobernador de Louisiana, Cuba y las Floridas, acabando su carrera como Virrey de Nueva España -ahí es nada-.  Es justamente considerado  en EEUU como uno de los héroes fundacionales.


Hasta Alaska

Alaska es, a finales del siglo XVIII, el canto del cisne de la exploración española de América. La efímera ocupación de este territorio hostil es una de las páginas más desconocidas de nuestra historia. Un nombre descuella por encima de todos: el del leridano Salvador Fidalgo -nacido en Seo de Urgel en 1756-, que fue quien, en junio de 1790, bautizó Puerto Valdez y Cordova por encima del paralelo 60º Norte. Son dos de los vestigios de un periodo épico, en las últimas décadas del siglo XVIII, en el que España, en una serie de expediciones memorables, exploró y tomó posesión en el oeste de Canadá y en Alaska.

Tras explorar la costa, el 3 de junio Fidalgo tomó posesión del territorio en nombre de la Corona española y bautizó la ensenada como bahía de Córdova (a 60º de latitud Norte) en homenaje a Luis de Córdova, capitán general de la Armada. Cuatro días después, hizo lo propio en la ensenada de Menendes.



Hoy en día, Puerto Cordova aún sobrevive en los mapas como uno de los topónimos en español más septentrionales del mundo. También sobrevive el topónimo de Puerto Valdez, bautizado también por Fidalgo el 15 de junio de 1790 (en reconocimiento al ministro de Marina Antonio Valdés), y de cuyo municipio el petrolero del desastre ecológico adoptó el apellido.

Vista de Puerto Cordova en Alaska

Una aventura de 300 años

La presencia española en Florida duró 300 años –más tiempo que el que actualmente lleva perteneciendo a EEUU-, unos 270 en Arizona, el sur de California y partes de Alabama, y más de 200 años en Nuevo Méjico y zonas de Misisipi

El 10 de julio de 1821 -una década después de la invasión napoleónica- España cedió la Florida a los Estados Unidos, terminando oficialmente su presencia en los territorios de la Unión. La colonización española de EEUU, había terminado.


Bueno, los que queráis profundizar seriamente en el conocimiento de esta extraordinaria aventura, debéis saber que toda esta presencia hispana la cuentan de forma extraordinariamente didáctica y ordenada los autores del extenso libro que voy a recomendar a continuación.

Banderas Lejanas. 
Libro de divulgación histórica a cargo de Fernando Martínez Laínez Carlos Canales Torres



Este libro se habría ganado de pleno derecho protagonizar por sí solo la entrada completa del blog. Tanto por su desarrollo -500 páginas ordenadas en 7 grandes temas consecutivos- , como por su presentación -la edición papel contiene varios mapas, incluidos dos magníficos desplegables, fotos e ilustraciones que jalonan adecuadamente el volumen, así como una completa relación de fuertes, puestos y casas fortificadas, presidios y misiones españolas en EEUU. y Canadá, una bibliografía básica y dos funcionales índices, uno toponímico y otro onomástico-. Todo ello para explicar al lector lo que fue “La exploración, conquista y defensa por España del territorio de los actuales Estados Unidos”


Comentar que uno de sus autores, Fernando Martínez Laínez, hizo la siguiente reflexión -en una entrevista publicada en el Imparcial- sobre la memoria que los españoles guardamos de  este periodo:

“El olvido de la actuación española en EEUU viene determinado por dos factores. En primer lugar, por el propio olvido español y, luego en EEUU, la huella anglosajona en definitiva menosprecia mucho la cultura española. Se inventó el término “Latin” que es minusvalorador, de una cultura inferior. En segundo lugar, la cultura francesa durante el siglo XVIII y XIX ha ejercido un gran atractivo cultural e intelectual sobre las élites norteamericanas y ese auge coincide con una época de decadencia española”. De todos modos el culpable de borrar el recuerdo es de España.“Hay que achacar esta incomunicación a España que es incapaz reivindicar su propia historia”

Bien, en cuanto a su argumento, la sinopsis de este libro señala:

“En gran parte desconocida por los propios españoles, la gesta de la exploración, conquista y defensa que llevó a cabo España en lo que hoy son los Estados Unidos de América supone un acontecimiento histórico capital. Durante trescientos años, soldados, navegantes, misioneros, colonos y descubridores al servicio de España plantaron sus banderas en fuertes, poblados, misiones y ciudades repartidos por toda América del Norte, desde los límites de México hasta la frontera canadiense y Alaska. Españoles fueron los primeros europeos que avistaron el Cañón del Colorado, cruzaron el río Misisipi, atravesaron las llanuras de Kansas, se internaron en los desiertos de Nevada o fundaron ciudades como Los Ángeles, Santa Fe o San Francisco. Mucho antes de que Estados Unidos existiera como nación, España había conquistado ya el Far West y combatido o pactado con las principales tribus indias que luego el cine de Hollywood haría famosas. Desde Florida a California las enseñas hispanas ondearon sobre un enorme territorio que tuvo que ser defendido con escasísimos recursos. Este libro incluye por primera vez la lista de todos los fuertes, puestos fortificados, misiones y presidios españoles en Estados Unidos y Canadá. Con amenidad y rigor documental, presenta también una panorámica completa de los esfuerzos políticos y militares, y de los personajes que contribuyeron a fijar la historia apasionante, violenta en ocasiones y casi siempre heroica, de unos hechos que merecen ser rescatados del olvido y formar parte de la memoria colectiva hispanoamericana”.

Para tener más completa información de este imprescindible libro, extraigo partes de esta muy interesante reseña de un lector no identificado, publicada en 2014 en la web de Novilis  -pinchar el link para leerla completa-

“Este volumen de 544 páginas está conformado por siete partes. En las dos primeras, En costas extrañas y La Florida, se exponen las iniciales exploraciones, andanzas y conquistas de marinos, soldados y colonos a lo largo del extraño e ilusorio siglo XVI. Así oiremos hablar de Ponce de León y la Fuente de la eterna juventud, de la odisea de Cabeza de Vaca, del sangriento viaje de Hernando de Soto, del periplo de Vázquez de Coronado, del esforzado Menéndez de Avilés –el Adelantado de la Florida-, etc.
Disfruté un montón con la tercera parte, Nuevo México, Texas y Arizona, por lo complejo, osado y tenaz de la colonización de esos espacios. Aquí contemplaremos la epopeya del constante Juan de Oñate, la Ciudad de las Nubes, al P. Kino, a franceses, indios pueblo, pimas, apaches y comanches, a los dragones cuera, la paz de Anza
En De la crisis al apogeo se muestra el proceso colonizador a lo largo del siglo XVIII haciendo hincapié en el contexto internacional, esto es, desde la Guerra de Sucesión española hasta la participación hispana en el nacimiento de EEUU, lo cual abarca, en lo referente a este último episodio, las conocidas operaciones de Bernardo de Gálvez en las Floridas y las desconocidas acciones en la Alta Luisiana. Conviene también destacar, a modo de ejemplo, la interesante incorporación de Luisiana a la Corona en el 1763, inmenso territorio que servirá de auténtico freno a las apetencias angloamericanas.
Luego viene el capítulo titulado California, desde las “primeras expediciones” hasta “la última bandera”. Comparado con Tejas, estas tierras fueron “una balsa de aceite”. Me resultó bastante llamativa la incursión a las costas californianas del corsario argentino Hipólito Bouchard, allá por 1818.
El ocaso comienza en el sexto apartado; En compañía de lobos. Ahora nos toparemos con la voracidad angloamericana practicada por los filibusteros en Texas y el comienzo de la Emancipación –o guerra civil según numerosos autores mejicanos- de Nueva España –futuro México- a partir 1810, más las correrías de comanches y apaches, etc.
Y el último capítulo, La controversia de las Floridas, muestra la revolución haitiana y la jugarreta de Napoleón a España en Luisina, y refleja la rapacidad estadounidense hacia un coloso herido.”


Para los que quieran adelantar algunas pinceladas de este periodo, comentaremos que la historia de la presencia española en Estados Unidos también la ha contado, aunque de forma mucho más resumida, el think tank  antes mencionado The Hispanic Council . Este organismo presentó en enero de 2019 el informe “De Florida a Alaska: tres siglos de legado español en Estados Unidos a cargo de Manuel Trillo, periodista del diario  ABC y autor del documento. La presentación estuvo a cargo de Daniel Ureña, presidente de esta institución.


De Florida a Alaska: tres siglos de legado español 
en Estados Unidos de Manuel Trillo



Para completar esta entrada, hacemos referencia también a otros libros que desarrollan episodios concretosocurridos en distintos periodos- de la conquista y defensa española del actual territorio de Estados Unidos -comentados en capítulos específicos del libro anterior-, y que nos ayudan a saborear mejor lo que pudieron pensar y vivir los ilustres antepasados españoles que las protagonizaron, que son:

El adelantado Juan de Oñate... Y la búsqueda del reino perdido de Quivira  de Álber Vázquez



Esta novela es bastante reciente, y está editada por Esfera de los Libros 

En la sinopsis de esta editorial, se señala:

“Juan de Oñate es el último de los grandes conquistadores españoles y ha decidido encontrar el reino perdido de Quivira, un lugar cuya ubicación exacta nadie conoce, pero cuyas riquezas son legendarias.

Para lograrlo, Oñate dispone de una pista que va a seguir hasta el final. Así, en 1601, emprenderá un viaje de casi dos mil kilómetros que lo llevará hasta las Grandes Llanuras de Norteamérica. Luchará contra los indios que salgan a su paso, sorteará innumerables adversidades y será el primer blanco que contemple las infinitas manadas de bisontes.
Una vez más, España, a través de sus gentes, estuvo antes que nadie allá donde no había llegado ningún europeo”

El Que Tenga Valor Que Me Siga del diplomático e Hispanista D. Eduardo Garrigues López Chicheri  


La sinopsis de esta novela señala a su vez:

“Cuando España declaró en 1779 la guerra contra Gran Bretaña para ayudar a los Estados Unidos a ganar su independencia, el rey Carlos III le encomendó a Bernardo de Gálvez la difícil misión de recuperar las fortalezas de los ingleses en el Golfo de México, de las que la más importante y mejor defendida era la plaza de Pensacola. Pero cuando Gálvez consiguió desembarcar sus tropas en las inmediaciones de esa plaza, el comandante de la flota, el capitán Calvo de Irazábal, se negó a que sus buques entrasen en la bahía por temor al fuego de las baterías inglesas. Decidido a jugarse el todo por el todo, Gálvez le mandó al capitán Calvo este mensaje: "Una bala de cañón de a treinta y dos recogida en el campamento, que conduzco y presento, es de las que reparte el fuerte de la entrada. El que tenga honor y valor que me siga. Yo voy por delante con el Galveztown para quitarle el miedo". A lo que Calvo de Irazábal contestó: "El general es un audaz malcriado, traidor al rey y a la patria, y el insulto que acaba de hacer a mi persona y a todo el cuerpo de marina lo pondrá a los pies del rey. El cobarde lo es él, que tiene los cañones por culata". A continuación, Bernardo de Gálvez entró en solitario en la bahía bajo el fuego de las baterías inglesas, una hazaña que Eduardo Garrigues cuenta con maestría en una novela donde también aparecen historias de espionaje, intrigas diplomáticas, escándalos de contrabando y una relación apasionada con la bella criolla Felicitas St Maxent.”

Comentar también que la figura de Bernardo de Gálvez -como ocurre con el almirante Blas de Lezo y otros tantos ilustres compatriotas- ha suscitado el interés de muchos escritores y ensayistas. Otros libros y novelas publicados sobre el personaje -todavía no leídos por quien suscribe- se pueden encontrar por ejemplo poniendo la opción directamente en Google 


 Bien, en entradas anteriores apuntábamos la idea de que algún valiente acometiera el proyecto de llevar al cine algún episodio de los que los que ahí se exponían. Pues visto lo que se cuenta aquí, y ya puestos a soñar,  la gesta global  llevada a cabo por los españoles en lo que ahora es EEUU -cuanto menos algunos de sus capítulos- merecería seguro una superproducción al estilo La Conquista del Oeste –How the West Was Won-

Ya que mencionamos “La Conquista del Oeste” –que resultaría un pálido reflejo de lo que se podría contar aquí-, hay que recordar que esta epopéyica superproducción corrió a cargo de cuatro directores de primerísimo orden en el género, que contaron cada uno un episodio diferente de su Conquista: John Ford, Henry Hathaway, George Marshall y Richard Thorpe. A ver si cundiera el ejemplo y se consiguiera una participación de directores mexicanos como Alfonso Cuarón, González Iñárritu o Guillermo del Toro, y por la parte española Álex de la Iglesia o  José Luís Garci. Se admiten otras propuestas…

Feliz lectura y gran  abrazo veraniego!


Fuentes Utilizadas

Los exploradores españoles del siglo XVI: vindicación de la acción colonizadora española en América. Charles Fletcher Lummis. McClurg Chicago 1893

Banderas Lejanas. La exploración, conquista y defensa por España del territorio de los actuales Estados Unidos. Fernando Martínez Laínez.  Carlos Canales Torres. Madrid 2010

De Florida a Alaska: tres siglos de legado español en Estados Unidos. Manuel Trillo Lodeiro. Publicación de The Hispanic Council. Enero 2019


“Lo que hacemos para ser amados”. Leído en algún episodio del Sandman, de Neil Gaiman